En la Junta de Gobierno del pasado viernes 29 de septiembre se ha aprobado y ratificado el proyecto de reparcelación de este nuevo barrio de Madrid. Esto significa que “a final de este año (2023) se colocarán las primeras piedras de las 19.000 viviendas que hay planeadas", según ha indicado el delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante.
El paso dado este viernes por en el Ayuntamiento supone convertir en firme la reparcelación aprobada el pasado mes de marzo también en Junta de Gobierno, en la que se definían las nuevas fincas resultantes de la ordenación del sector, con los nuevos usos previstos en el planeamiento. Y es que, una vez que finalicen las obras, allí habrá ocho grandes torres, 19.000 viviendas y un parque con un río 'resucitado'
Una de las características que resaltará del barrio es que crecerá ya con naturaleza integrada. "Gracias a su cercanía con el Bosque Metropolitano, por lo que sus vecinos tendrán una zona verde a menos de 300 metros".
Este nuevo desarrollo urbano, situado en el distrito de Vicálvaro, está planificado para llevarse a cabo en seis etapas, estando ya la primera empezada. Fue a principio de año cuando comenzaron esta fase, en la que está prevista que se terminen de construir cerca de 3.130 viviendas.
El Ayuntamiento de Madrid aporta a este desarrollo 381.952 m2 de suelo patrimonial de su propiedad. A partir del proyecto de reparcelación, el Consistorio fue adjudicatario de 157.138 m2 edificables para vivienda con protección pública básica (VPPB), 86.590 m2 para vivienda con protección pública de precio limitado (VPPL) y 49.283 m2 para vivienda libre. Además, dispondrá de 18.970 m2 de usos terciarios asociados a la edificabilidad residencial, 81.675 m2 para oficinas, 29.117 m2 de uso industrial y, finalmente, 15.496 m2 de uso terciario recreativo comercial.